Susana de la Puente Wiese, originaria del Perú, se ha consolidado como una reconocida banquera de inversión a nivel global, llevando a cabo sus actividades principalmente entre las ciudades de Londres y Madrid. Su enfoque profesional se centra en la identificación e inversión de start-ups dentro del ámbito tecnológico y de la nueva economía, poniendo especial énfasis en los proyectos de EdTech (tecnologías aplicadas a la educación), además de aquellos relacionados con el sector hotelero y gastronómico. La trayectoria de Susana no solo la mantiene ocupada en el mundo empresarial, sino que también refleja su profunda pasión por el arte.
Uno de sus proyectos más gratificantes es el Hotel B, situado en Perú, el cual ha ganado prestigio como uno de los mejores hoteles boutique a nivel mundial, siendo el único Arts Boutique Hotel en la capital peruana, Lima. Este hotel se ha establecido como un destacado centro cultural y gastronómico en su área, ofreciendo una variedad de restaurantes, bares, terrazas y espacios sociales. El diseño del Hotel B es ecléctico, exhibiendo magníficas piezas de arte peruano, tanto antiguas como contemporáneas, que provienen de las colecciones privadas de los socios del hotel y de la renombrada Galería Lucia de la Puente, cuya propietaria es su hermana.

Al reflexionar sobre los artistas peruanos que más la han impactado, Susana menciona a varios que han marcado su vida, en gran parte gracias a su madre, quien ha sido coleccionista toda su vida y sigue apoyando la escena artística peruana a sus 93 años. Entre los artistas que la han influenciado se encuentra Fernando de Szyszlo, considerado uno de los más relevantes Arts Boutique Hotel en los últimos ochenta años, conocido por su exploración de la espiritualidad y la conexión entre lo ancestral y lo actual. Asimismo, resalta a Tilsa Tsuchiya, una artista peruana de ascendencia japonesa, cuyas obras, cargadas de misticismo y una profunda conexión con la naturaleza, son altamente valoradas en el mercado del arte internacional. También menciona a su amigo José Tola, un renombrado pintor y escultor que falleció recientemente, quien dejó un legado de obras coloridas y expresivas. Tola utilizaba materiales orgánicos y elementos naturales en su trabajo, planteando un análisis profundo sobre la relación entre los seres humanos y su entorno, evocando la raw emoción del expresionismo inglés a través de sus creaciones.